Gracias al desarrollo de internet ahora es posible que cualquier persona con una conexión casera sin ser demasiado sofisticada, acceda a los mercados internacionales para colocar operaciones que en otro tiempo, eran reservadas para solo grandes inversionistas institucionales.
Tal ha sido la democratización de las inversiones en los mercados financieros que ahora un ama de casa cualquiera desde el desayunador de su casa, o un estudiante desde su habitación, o cualquier otra persona desde su trabajo o el estudio pueden tener prácticamente las mismas cotizaciones y medios para invertir en los mercados de divisas, futuros, opciones índices y acciones, que los participantes más sofisticados y poderosos del mercado.
En los últimos diez años hemos visto cómo ha bajado las comisiones y spreads que cobran los brokers, los montos mínimos de apertura y los requisitos para poder acceder a estos mercados.
Paralelamente a esto ha ocurrido un aumento en la regulación y la vigilancia que dan las autoridades financiera a estos brokers que nos acercan a estos mercados.
Esto ha generado un marco de crecimiento confiable y rentable para muchas personas que han optado por utilizar estos vehículos de inversión como una forma de ayudarse para construir su riqueza y desarrollar sus proyectos futuros.
Abrir una cuenta de inversión con un broker regulado es tan simple como llenar en línea un formulario muy simple (con preguntas similares a las que se contestarían para abrir una cuenta bancaria cualquiera) enviar un par de identificaciones y comprobantes de domicilio y fondear dicha cuenta con algún traspaso electrónico o incluso un depósito desde nuestra tarjeta bancaria.
Este proceso en general se puede realizar en un solo día o incluso a veces en unas cuantas horas.
Una vez aperturada la cuenta, los inversionistas reciben las cotizaciones de sus brokers por medio de “plataformas de operación” que no son otra cosa más que programas (que pueden correr en base a Windows, Java, o incluso a veces por medio de un navegador web) que le informan instante a instante la actualización de los precios en relación a los distintos instrumentos que ofrecen para invertir. Estas pueden ser monedas (por ejemplo la cotización en dólares del Euro), en futuros para negociar contratos de trigo, maíz, petróleo, etc, pueden ser por medio de contratos por diferencia (donde el broker paga una cantidad por cada décima que suba un índice o cobra la misma cantidad por cada una que baje), por citar algunos. Así mismo estos programas ofrecen una serie de botones con los cuales uno puede decirle al broker qué operación desea realizar, por ejemplo si usted piensa que el petróleo dejará de subir, usted puede vender (pedirle prestado al broker x numero de contratos y colocarlos en venta a valor del mercado) este futuro , pulsando solo un botón e indicándole por medio del rellenado de unas casillas la cantidad de contratos, a qué precio y hasta qué valores desea realizar esta operación. Esto es sumamente sencillo.
Sin embargo, el hecho de que sea sencillo abrir una cuenta de inversión, recibir las cotizaciones del broker y hacerle llegar sus instrucciones, no significa que sea sencillo saber qué instruirle al broker.
Saber cómo elegir el instrumento adecuado para invertir, la cantidad correcta, en el momento adecuado y la dirección (compra o venta) que más conviene, es un asunto bastante más complejo para el que el inversionista necesita prepararse, dedicar tiempo energía y paciencia. Ahí es donde entramos nosotros. Nuestros servicios le permitirán hacerse de los conocimientos necesarios para responder la pregunta ¿en qué , cuanto y cuando debo invertir?.
Muchas gracias por ese libro tan chevere